domingo, 29 de abril de 2012

La conservación de los espacios naturales

Conservación "ex situ" se entiende la conservación de componentes de la diversidad biológica fuera de sus hábitats naturales.
Conservación "in situ" se entiende la conservación de los ecosistemas y los hábitats naturales y el mantenimiento y recuperación de poblaciones viables de especies en sus entornos naturales y, en el caso de las especies domesticadas y cultivadas, en los entornos en que hayan desarrollado sus propiedades específicas.
Según esto, se han creado una serie de de categorías conservación de los espacios naturales.

viernes, 13 de abril de 2012

Evolución de las relaciones entre la humanidad y el medio ambiente


- En su historia, el hombre ha aprendido a modificar el entorno en su propio beneficio gracias al desarrollo de la ciencia y de la técnica.
- La creciente capacidad del hombre de modificar la naturaleza para explotar sus recursos ha llegado a provocar graves impactos sobre el medio, a veces irreversibles.
- En la evolución de las relaciones entre el hombre y la naturaleza se pueden distinguir tres etapas:
Sociedad cazadora recolectora (Paleolítico)
Los primeros humanos fueron omnívoros nómadas, unos verdaderos oportunistas, y precisamente en su amplio espectro de alimentación se encuentra una de las claves de su éxito. La otra es, sin duda, el empleo de materiales naturales para fabricar herramientas, lo cual incremento considerablemente su capacidad de modificar su entorno, aunque, por el momento, a una escala muy reducida.
El hombre buscaba en el entorno alimento y refugio y no realizaba ninguna transformación significativa en el ambiente. Su impacto en el medio natural era semejante al de cualquier otra especie. En esta época, la especie humana no es más que otros muchos depredadores que entra en competencia con otras especies de su biocenosis.
El comienzo de la utilización del fuego para ahuyentar animales peligrosos, suavizar las temperaturas de sus moradas y mejorar su alimentación, puede considerarse la primera transformación de su ambiente más cercano. Se estima que la población humana en las primeras etapas del paleolítico estaba constituida por unos treinta mil individuos y que estuvo al borde de la extinción. Sin embargo, hace unos 20.000 años la población humana ya se había extendido por todo el planeta.
Sociedad agrícola y ganadera (la revolución neolítica)
Comienza en el Neolítico, hace unos 10.000 años. El origen de la agricultura se sitúa en Mesopotamia y desde allí se extendió hacia el Mediterráneo hace unos 8.000 años. El hombre deja de desplazarse en busca de recursos de consumo inmediato y empieza a recoger plantas y semillas para sembrarlas cerca de su hogar, haciéndose más sedentario.
También en esta etapa se produce la domesticación de animales con el fin de utilizarlos no sólo como alimento, además para reducir el esfuerzo físico en las tareas agrícolas y en los desplazamientos. Asociada a esta revolución neolítica, el hombre aprendió a construir herramientas metálicas y el empleo de éstas aumentó su capacidad de modificar el entorno.
En esta fase se produce ya una intervención significativa sobre el medio natural. Se talan o queman bosques para dedicar los terrenos al cultivo y se construyen asentamientos humanos estables ya que el nuevo modo de vida no requiere el continuo desplazamiento de la etapa anterior. Al no utilizar abonos, la agricultura provocaba el empobrecimiento del suelo y se inicia la desertificación de ciertas zonas. En todo caso, los cambios eran bastante escasos todavía.
El mayor éxito en la explotación de su entorno hizo que la población humana empezase a crecer rápidamente. Hace 3.000 años la población mundial habría alcanzado los 100 millones de personas y, a pesar de las hambrunas, las epidemias (como consecuencia de las deficientes condiciones sanitarias) y las guerras, en el siglo XVII se habían alcanzado los 800 millones de habitantes.
Sociedad industrial-tecnológica
La revolución industrial se produjo en el siglo XVIII con la invención de la máquina de vapor (la energía endosomática –interna o metabólica– se hace despreciable respecto a la exosomática –de origen externo–). Su empleo en las fábricas, en la minería y en las nuevas técnicas agrícolas favoreció el incremento de la producción, ya que hasta entonces el hombre dependía principalmente de su propio esfuerzo y del aprovechamiento de las fuentes de energía naturales (el Sol, el viento o las corrientes de agua). Como la agricultura mecanizada requiere menos trabajo humano, se produjo un desplazamiento de la población hacia las grandes ciudades en las que se encontraban las fábricas o a las que surgieron en torno a las zonas mineras y se incrementó notablemente la natalidad.
Como fuente de energía para cubrir la creciente demanda empezó utilizándose la madera, que posteriormente fue sustituida por el carbón y, más tarde, por el petróleo y el gas natural. El creciente consumo de combustibles fósiles y las nocivas características de los contaminantes que generan es una de las claves para interpretar la crisis en las relaciones con el medio ambiente que aqueja al mundo a comienzos del siglo XXI.
Los principales efectos de la revolución industrial en la naturaleza han sido:
Ruptura de los ciclos de la materia (ciclos biogeoquímicos). El hombre produce residuos a un ritmo mayor del que la naturaleza puede absorber y algunos recursos naturales se consumen a una velocidad superior que su velocidad natural de regeneración.
Modificación del flujo de energía. La civilización actual se caracteriza por un consumo desmesurado de energía que ha incrementado la capacidad del hombre para transformar el medio. Las consecuencias han sido la contaminación y el agotamiento de los recursos no renovables de la biosfera.
Pérdida de biodiversidad como consecuencia del crecimiento de los espacios urbanos, el predominio del monocultivo en grandes superficies y a la consecuente regresión de los bosques y otros ecosistemas naturales.
Esta situación se ve agravada por el incesante crecimiento de la población humana. La Tierra tiene ya 6.400 millones de habitantes y se calcula que alcanzará 8.000 a 10.000 habitantes para el 2050. A pesar de que el espectacular desarrollo científico y tecnológico ha permitido la mejora de la calidad de vida de un gran número de personas, paralelamente al crecimiento de la población se ha producido un aumento de las desigualdades económicas y sociales. Una pequeña parte de la humanidad consume de manera desorbitada y utiliza sin control los recursos de las zonas más deprimidas, en las que millones de personas mueren de hambre y sufren epidemias superadas ya en los países desarrollados.

jueves, 12 de abril de 2012

Energías procedentes del Sol: centrales solares y sistemas arquitectónicos pasivos


CENTRALES SOLARES TÉRMICAS
- En las centrales solares se concentra la luz mediante un colector y se utiliza para calentar un fluido (aceite). El calor almacenado de esta manera en el fluido se utiliza posteriormente para producir electricidad.
El colector puede consistir en un disco parabólico, un conducto parabólico o una serie de espejos planos distribuidos
en una gran superficie (producen el mismo efecto que un disco parabólico de gran tamaño.
SISTEMAS ARQUITECTÓNICOS PASIVOS
- El diseño, la orientación, el espesor de los muros, el tamaño de las ventanas, los materiales de construcción empleados y el tipo de acristalamiento, son algunos elementos de la arquitectura solar pasiva. Los principios básicos de esta arquitectura, también denominada arquitectura bioclimática, fueron ya empleados por civilizaciones antiguas.
- Se puede ahorrar mucha energía aislando adecuadamente las construcciones que necesitan calefacción o aire acondicionado para mantenerse confortables. Construir un edificio con un buen aislamiento cuesta más dinero, pero a la larga es más económico porque ahorra mucho gasto de calefacción o de refrigeración del aire.
- Los árboles, además de dar sombra, enfrían su entorno al evaporar agua y pueden servir de barrera a los vientos dominantes en invierno, por lo que la plantación de árboles cerca de las casas puede ahorrar entre un 15% a un 40% del consumo de energía que hay que hacer para mantener la casa confortable.
CENTRALES SOLARES FOTOVOLTAICAS
- Las células solares fotovoltaicas transforman directamente la energía de la luz en energía eléctrica mediante el uso de semiconductores.
- Los principales inconvenientes de este sistema son:
· La energía solar es dispersa, por lo que hay que cubrir grandes superficies para conseguir una cantidad suficiente de energía, con el impacto visual que puede suponer.
· La energía solar es intermitente y de distribución heterogénea, por lo que no se puede aprovechar en todas
partes.
· El coste de fabricación de las células fotovoltaicas es, la menos de momento, muy elevado.
- A pesar de los inconvenientes, su implantación puede ser rentable en zonas donde no existe una red de distribución eléctrica. Además se trata de una fuente de energía que no produce ningún tipo de  contaminación ni ruidos.